Los Swaps

¿Qué son los swaps?

Los swaps son unos contratos financieros que realizan dos partes comprometiéndose, de este modo, a intercambiar cantidades de dinero en el futuro.

Los swaps constan de dos partes, como bien hemos explicado anteriormente, relacionados por los mismos implicando assí el derecho de cobro de dinero futuro y el derecho de pago de derecho futuro.

Estos contratos, también llamados permutas financieras, tienen un valor económico. Este valor económico refleja aquella cantidad que una de las partes debe pagar, si noss situamos en ese lugar, o aquella cantidad que la otra parte debe cobrar, si nos colocamos en el lado contrario.

Ya que el swap corresponde a uno de los compromisos de flujos futuros de cobro y pago, para calcular su valor tendremos que recurrir a la llamada técnica de arbitraje.

Podemos utilizar los swaps para distintas finalidades. Por ejemplo podemos destacar dos motivos esenciales que son los mas utilizados por todas las tácticas empresariales o individuales.

Uno pude ser para intercambiar bienes y recursos que generamos por otros necesarios.

Otro motivo podría ser la especulación. Podemos entrar en un swap si creemos que los bienes que podamos recibir, mediante este acuerdo, tendrán un mayor valor en el futuro.

Por otro lado, cabe destacar, que existen swaps de tipo de interés fijo y también existen swaps de tipo de interés variable.

Existen muchas problemáticas en cuanto a los swaps que veremos a continuacion en el siguiente artículo.


Artículos relacionados con los swaps

Vie, 19/03/10
LA CNMV AVISA A BANCOS Y CAJAS, PERO NO SANCIONA

La CNMV pone en duda que bancos y cajas asesoren correctamente a sus clientes sobre los productos que les venden. El viernes les mandó una carta recordándoles que tienen que informar mejor pero no sanciona a nadie.Hay miles de clientes descontentos con las recomendaciones que les hicieron sus bancos. Un ejemplo cada día más numeroso es el de personas que contrataron un supuesto seguro para cubrir su hipoteca de la subida del euribor. Ahora, todos pierden dinero.

Los bancos dicen que recomiendan, informan y asesoran mucho más de lo que realmente lo hacen. Lo dice la propia CNMV. La Comisión Nacional del Mercado de Valores, encargada de vigilar que al cliente bancario se le informa bien de qué es lo que contrata, cree que con frecuencia esto no ocurre.

En una carta dirigida a bancos y cajas les pide principalmente:

.- Mayor claridad para que su cliente sepa lo que contrata.
.- Mayor información de los riesgos de los productos que se ofertan.
.- Contratos redactados en un lenguaje claro y llano.
.- Proporcionar información con suficiente antelación.
.- Informar a los clientes de si un producto es complejo o no.
.- Demostrar de forma fehaciente que se ha informado correctamente al cliente.

Conclusión: Al inversor le tiene que quedar clara la información y el riesgo que asume al contratar un producto. Así lo establece una directiva europea (MIFID) que se aplica desde noviembre de 2007. La teoría está clara, pero la práctica no tanto. La CNMV avisa, pero no sanciona. Así que mientras tanto lo más recomendable es: no firmar nada sin haberlo leído y entendido antes.

Precisamente eso deben lamentar los cientos (que muy probablemente sean miles) de hipotecados que se han quedado atrapados con la bajada del euribor con productos como el clip de Bankinter, la cuota segura del BBVA, el IRS de La Caixa, entre otros. Ahora, paradójicamente, cuanto más cae el euribor, más tienen que pagar a su banco.

Sus entidades les vendieron una especie de "seguro" para protegerse de la subida de tipos. No costaba nada contratarlo, así que muchos firmaron. Pero lo que realmente contrataron era un swap, un producto de alto riesgo que se crea y se negocia en un mercado sin ninguna supervisión.

Ahora, ese swap, que en el fondo es como una apuesta, les está haciendo perder mucho dinero. Ellos apostaron sin saberlo, a que los tipos iban a seguir altos. El banco apostó lo contrario. Ahora, dependiendo de la evolución del euribor el cliente gana o pierde. Claramente, ahora, el cliente paga.

Esos clientes se quejan ahora de que no se les informó de los riesgos del producto que contrataban y que además, en la mayoría de los casos (por no decir todos) se les aseguró que se podía cancelar en cualquier momento sin ningún problema. Una verdad a medias porque se puede cancelar, pero pagando. Cada vez más, porque recordamos que se trata de una apuesta perdedora. Deshacerse de ella dependerá de la cantidad que se apostó, el nivel de tipos de la apuesta, y el tiempo de duración. Pero hablamos de casos de 6.000, 8.000, 12.000 euros...

Directores de sucursales reconocen que se trata de un producto complejo para los particulares y con un riesgo elevado. ¿Por qué lo venden entonces? Bueno, es posible que en un momento determinado ese producto pueda "encajar" dentro de una situación particular, pero también es cierto, que deja una comisión muy alta, de las más altas que hay, a la oficina que lo vende.

¿Cuántas personas han firmado este tipo de contrato? El número sólo lo conocen los propios bancos PERO PROXIMAMENTE LO SABREMOS CADIA DIA EN APYMAD SE DAN DE ALTA ENTRE 10 Y 15 SOCIOS NUEVOS.